sábado, 15 de febrero de 2014

Despedida a Simón

Esta noche me quedo solo y no sé porqué. Parece todo una mentira, un horrible sueño. Permite, entonces, que abra los ojos y te vuelva a ver andar y correr.
Hay veces que creo que te puedo coger otra vez, pero mis llantos te asustan, mis lágrimas emborronan tu figura y mientras mis manos que las secan, te pierdo.
Sentado en mi habitación, veo como la luz entra por la ventana y los rayos calientan la parte de la mesa en la que tu, querido amigo, antes te sentabas. Poso mi mano en la madera, la siento templada. ¿Te acabas de ir?¿Te has ido ya?
Solías deslizarte entre los barrotes y correr hasta alcanzar esa noche y el día siguiente. Luego siempre volvías, siempre. Recuerdo tu primer día junto a mi, junto a tu familia. Tan pequeño, en una caja de zapatos el espacio te sobraba con creces. Dormías, ¿Ahora duermes?¿En qué sueñas?
Antes, hace solo unos días, te abrazaba y acercaba mi mejilla a la tuya. Siempre pensaba "que bonito momento, quiero recordarlo", pero me cuesta. Solo veo tu cuerpo en tus últimos momentos, durmiendo, durmiendo. ¿Porqué lo hicimos? No somos Dios, pero lo hicimos.
Me permití ver tu veneno entrar en la aguja, permití tu huida. Me arrepiento de no haber gritado, de no haberte abrazado, de no haberte besado. No pude, no pude amigo, fui incapaz. Pero te quiero, te quiero ahora, te quise entonces.
¿No pudiste evitarlo verdad? La calle te llamaba, el sol te reclamaba. Espero que no sufrieras en ese momento, espero que tu huida acabe en un lugar mejor, espero volverte a ver.
Sé que en mis últimos momentos, oiré tu cascabel, lo sé, aún lo creo oír cuando el viento choca con fuerza entre los barrotes.¿No serás tu que intentas entrar y no puedes?
Mi ventana siempre estará abierta, tu almohada siempre estará vacía, esperándote.
Por las noches dormías en el salón, en el sofá, y mis temores infantiles quedaban a salvo con tu presencia. Ahora no estás, y me duele el alma. Ahora no estás, pero te siento cerca. Ahora no estás, pero espero que vuelas. Vuelve, vuelve conmigo.
Adiós Simón, te quiero.


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